Se estima que al menos seis de cada 10 mexicanos han solicitado un crédito en el último año según la consultora Kantar dentro de su Encuesta de Bienestar Económico y Actitudes Sobre la Toma de Decisiones Financieras 2022. El 39.1% optó por pedir un crédito a una institución financiera cubriendo todos los requisitos que éstas piden, sin embargo, otro gran porcentaje no pudo solicitar un crédito al no cumplir los requisitos mínimos para hacerlo, en esta situación algunas personas recurren a algún familiar, pero otras recurren a créditos exprés que terminan siendo fraudulentos.
Gracias a este porcentaje de personas que no cumplen los requisitos para solicitar un préstamo a una institución financiera, en los últimos años se han puesto de moda los famosos “créditos exprés”, los cuales aseguran prestar cierta cantidad de dinero con requisitos casi nulos. Las personas son víctimas de estos fraudes debido a la urgencia de salir de una emergencia financiera de manera inmediata, esto genera el crecimiento de éste modus operandi fraudulento.
Este tipo de fraudes se dan en mayor medida en medios digitales como aplicaciones, vía mensajería instantánea o correos electrónicos. Prometen prestar una gran cantidad de dinero sin verificar el historial de pagos, sin pedir documentos, con casi nulos intereses, el único requisito que piden es depositar un porcentaje del monto del préstamo que se realizará para un supuesto concepto de gestoría y gastos de administración, después de un tiempo argumentan que el crédito no procedió y el dinero depositado se pierde o simplemente la “institución” desaparece.
Otro modus operandi es cuando sí procede el crédito exprés pero el método de cobranza es muy agresivo, con intereses altísimos y hasta con robo de identidad con el fin de amedrentar al solicitante para obligarlo a pagar, acosando a amigos y familiares de igual manera.
Por todo esto, es muy importante que te fijes bien a la hora de solicitar un crédito para que no seas víctima de fraude, te compartimos algunas sencillas maneras para que te protejas:
- Nunca entregues anticipos, una institución financiera real jamás te pedirá un adelanto por otorgarte un crédito, si bien tendrán una comisión por apertura, ésta se cobra hasta que se autorice el préstamo, no antes.
- Siempre verifica que sea una institución confiable, revisa sus credenciales, que sus redes sociales sean las oficiales, que existan testimonios confiables y si no estás convencido, consulta el Registro de Prestadores de Servicios Financieros, a través de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF).
- Si no te piden historial crediticio o alguna garantía de pago, es probable que sea un fraude. Ojo, esto no aplica si se trata de una fintech o aplicaciones conocidas que hacen préstamos, pues estas instituciones basan su investigación por otros medios digitales para saber tu capacidad de pago.
- Si es muy bonito para ser realidad, probablemente sea un fraude. Aquellas instituciones financieras que te piden requisitos mínimos, tasas de interés bajísimas o nulos documentos para otorgar un crédito, que no cuentan con dirección física o no hay rastro previo de ellas en internet, solamente se dedican a realizar actividades fraudulentas.
Recuerdas que, si necesitas pedir un crédito y no eres candidato en una institución bancaria, también existen otras entidades financieras como las SOFIPO y SOFOM que están registradas ante la ley que pueden ayudarte a salir de cualquier apuro económico.
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